Síganme los buenos!

lunes, 18 de agosto de 2014









Supe de vos cuando aún hacia frío, creí haberlo conocido todo. Desde  el color de tus ojos hasta los motivos de tu silencio. Pensé haber estado en el lugar correcto y en el momento adecuado, con vos; conmigo. Esperaba encontrarte en cada renglón por cada mañana que nos quedara de vida,  quizás tener que ir a buscarte en otra poesía. Escribía por vos.

Hiciste que creyera que de verdad valía la pena  intentar sentir algo,  ponerle tu nombre a cada poema. Jugar a crucigramas con todos los títulos de todo lo que ya te había escrito. Supiste pintarme en la cara sonrisas con acuarelas, pero también fuiste el agua que las despinto y hoy la soledad más infinita en la que te espero. 


Te dejan de querer,

y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed;

como andar en otoño sobre las hojas secas,

y pisar la hoja verde que no debió caer.